El mundo está experimentando una ola de calor que está teniendo un gran impacto en las fábricas, las redes eléctricas y las facturas de electricidad de los ciudadanos. En Norteamérica, Canadá está experimentando la peor temporada de incendios forestales de su historia, lo que ha obligado a cerrar fábricas de madera en Quebec y a reducir la producción de petróleo en Alberta. En Estados Unidos, más de 100 millones de personas viven bajo temperaturas extremadamente altas, y la enorme demanda de electricidad está sobrecargando las redes eléctricas. El Grupo de Fiabilidad Eléctrica de Norteamérica (NERC) afirma que gran parte de Estados Unidos podría enfrentar cortes de energía este verano.
En México, las temperaturas se dispararon en junio, y el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) emitió una alerta de que la red eléctrica entró brevemente en estado de emergencia, con una reserva de operación de menos del 6%. En la ola de calor de Europa, las tarifas reguladas del mercado eléctrico espa?ol subieron un 20%, mientras que el turismo griego y la agricultura francesa se vieron amenazados por el calor extremo. En la India, en Asia, el calor extremo ya ha causado la muerte de varias personas.
Chloe Brimicombe, climatóloga de la Universidad de Graz en Austria, afirma que las altas temperaturas ejercerán presión sobre toda la sociedad y conllevan riesgos asociados, como la presión sobre las redes energéticas y los servicios médicos, la reducción de la velocidad de los trenes, el derretimiento de las carreteras en algunas zonas, la posible disminución de la producción de cultivos, problemas de salud animal y problemas en el comercio minorista.
Bhargavi Sakthivel, economista de Bloomberg, se?ala que las sequías e inundaciones en condiciones climáticas extremas afectarán directamente a los cultivos y la pesca, interrumpiendo las vías de acceso a la minería, etc., lo que impulsará el aumento de la inflación. Debido a la interconexión entre el comercio y las finanzas, podría haber considerables efectos de contagio.
Las redes eléctricas están bajo presión y las facturas están aumentando. Las altas temperaturas no solo aumentarán la demanda de electricidad, sino que las condiciones climáticas extremas también pueden causar da?os físicos a los componentes de la red eléctrica, como los transformadores, lo que provocará cortes de energía, cortes rotativos o cortes totales. El Servicio Meteorológico Nacional (National Weather Service) de Estados Unidos afirma que, hasta el 16 de julio, se registrarán nuevos récords de altas temperaturas en el oeste, suroeste, sur profundo y sur de Florida. Durante los períodos de calor extremo, aproximadamente la mitad del consumo de electricidad en Estados Unidos se destina a equipos de refrigeración, lo que aumenta considerablemente la carga de la red eléctrica.
Las temperaturas excepcionalmente altas también están perjudicando el funcionamiento de la economía. En Alemania, las altas temperaturas estivales han provocado la bajada del nivel del Rin, lo que ejerce presión sobre los sistemas energéticos y de transporte de Europa. En Grecia, la Acrópolis, uno de los destinos turísticos más populares, cerrará por tercer día consecutivo durante las horas más calurosas. El calentamiento de otro cauce fluvial clave, el Ródano, también podría obligar a EDF a limitar la producción de energía nuclear en algunas centrales nucleares. Según la normativa francesa, cuando la temperatura del agua del río alcanza un determinado umbral, EDF debe reducir o detener la producción para garantizar que el agua utilizada para refrigerar las centrales nucleares no da?e el medio ambiente al volver al río.