I. Nueva Zelanda prohíbe totalmente los productos plásticos desechables
A partir del 1 de julio de 2023, de acuerdo con el plan de tres pasos del Reglamento modificado de minimización de residuos (plásticos y productos relacionados) de 2022, promulgado por el Ministerio de Medio Ambiente de Nueva Zelanda en noviembre de 2022, se prohibirá la venta de varios productos plásticos desechables en todo el país.
Las categorías de productos que ya no se pueden producir ni vender incluyen los cubiertos de plástico desechables y las bolsas de plástico desechables (para contener verduras, frutas, etc.), incluso si estos productos están hechos de plástico reciclable, compostable o biodegradable, también está prohibida su venta.
II. Restricciones de período de transición para productos específicos
Las pajitas de plástico que forman parte del envase (por ejemplo, cajas de zumo o leche) se podrán vender hasta el 1 de enero de 2026.
Se planea eliminar gradualmente las etiquetas de plástico utilizadas en las frutas y verduras importadas antes del 1 de julio de 2025 y reemplazarlas con materiales plásticos compostables y biodegradables.
III. La determinación de Nueva Zelanda en la prohibición del plástico
Desde octubre de 2022, Nueva Zelanda ha prohibido a los comerciantes la venta o producción de bastoncillos de algodón de plástico desechables, agitadores de bebidas y la mayoría de las bandejas de carne de plástico, y esta prohibición nacional de la venta de varios productos plásticos desechables refleja aún más la determinación del gobierno del país en la prohibición del plástico.
IV. Tendencia mundial de prohibición del plástico y respuesta de las empresas
En los últimos a?os, países europeos como el Reino Unido también han promulgado sucesivamente proyectos de ley relacionados con la prohibición del plástico, como el Reglamento de Protección del Medio Ambiente de 2023 del Reino Unido, que prohíbe el uso de varios tipos de productos plásticos en el Reino Unido.
Ante esta tendencia mundial de prohibición del plástico, las empresas exportadoras pertinentes deben estudiar el contenido específico de los reglamentos pertinentes y ajustar sus estrategias de exportación a tiempo para evitar pérdidas comerciales innecesarias.